Si propulsas una silla de ruedas manual o usas otro tipo de tecnología de asistencia (TA), existen algunas precauciones que debes tomar en relación con el lavado de manos. El COVID-19 puede sobrevivir en las superficies de tu silla de ruedas o de tu TA con las que tienes contacto a menudo como los aros de la silla. Cualquier virus que pueda estar en tus manos se transfiere a tus aros en el momento en que empujas tu silla de ruedas.


Manos limpias

Lavarse las manos es importantísimo. Lávate las manos con jabón durante 10-20 segundos y/o usa un desinfectante para manos que contenga alcohol en más de un 60% cada vez que vuelvas a casa de CUALQUIER actividad que pueda haberse desarrollado en lugares donde hayan estado otras personas. Usar un cepillo de uñas es una buena idea para aquellos que tengan la piel muy áspera a causa de propulsar la silla de ruedas durante muchos años.

He sido usuario manual de sillas de ruedas durante más de 40 años, desde que me rompí la espalda en la Academia de las Fuerzas Aéreas durante un ejercicio de entrenamiento. Como mis manos siempre tocan los aros de mi silla de ruedas, uso toallitas húmedas antibacterianas para limpiarme las manos antes de comer. Usar toallitas para manos antes de las comidas, independientemente de dónde estés, ha reducido el número de resfriados y gripes que he contraído en los últimos 20 años. Por lo general, no toco las cubiertas de mi silla de ruedas, ya que utilizo unos aros ergonómicos flexibles que proporcionan un excelente agarre y no necesito tocar las cubiertas con las manos.

Además, al empujar las cubiertas es como si tocaras todos los lugares por donde has pasado. El uso de guantes es otra opción para mantener las manos más limpias. Sin embargo, si usas guantes, debes pensar muy bien por dónde han pasado, ya que ahora podrían estar infectados por el virus. También es probable que el interior de los guantes quede infectado a menos que te laves siempre las manos antes de ponerte los guantes.

Las llantas transfieren el virus a tus manos y tus manos transfieren el virus a los aros.

Limpieza de la silla de ruedas

Es importante que limpies la superficie de tu silla de ruedas a menudo. Todas las superficies sólidas que tocamos podrían contener el virus. Los aros y cubiertas de tu silla de ruedas son superficies sólidas. En mi casa, cuando me lavo las manos, siempre tengo a mano dos paños o toallitas antibacterianas. Después de mojarme las manos, echarme jabón y aclararme las manos, empapo dos paños o toallitas de papel con un poco de jabón antibacteriano y me muevo con mi silla de ruedas por la casa, deslizando las toallitas en los aros a medida que avanzo. Si estoy en un baño público, avanzo unos 6 metros con mi silla o doy vueltas en círculo. Al avanzar 6 metros, los aros se limpian tres veces. Quizá parezca un poco complicado, pero también puedes pedir a alguien que te empuje despacio para que te resulte más fácil. Esto me permite limpiar los aros de mi silla de ruedas. Te recomiendo una técnica parecida para limpiar las ruedas: empuja la silla de ruedas con las toallitas sobre las cubiertas. Mientras lo haces, también puedes limpiar otras superficies de tu silla de ruedas que tocas a menudo, incluyendo los frenos y la parte del armazón que está frente al cojín del asiento. Si tienes reposabrazos, empuñaduras o reposapiés desmontables, también debes limpiarlos. Si usas una silla de ruedas eléctrica, desinfecta el joystick y los controles, y cualquier otra cosa que suelas tocar sobre tu silla. Recuerda que muchos plásticos pueden reaccionar mal ante un limpiador que contenga cloro.

Siempre y cuando te laves las manos con desinfectante o toallitas húmedas antes de sentarte en la silla de ruedas, sería bueno que otra persona te limpie las llantas y los aros mientras no uses la silla. Yo también suelo limpiar las barras de apoyo y otras superficies que toco en casa cuando hago transferencias dentro o fuera de mi silla de ruedas. Si no limpias tu silla de ruedas o tu TA después de lavarte las manos, volverás a infectarlas con el virus ya que éste podría estar en los aros o en otras superficies que hayas tocado. En caso de que hayas tocado alguna parte de tu silla de ruedas o TA que no hayas limpiado, quizá sea buena idea que te laves las manos de nuevo después.

 

Podrás limpiar los aros empujando la silla hacia adelante y aplicando un jabón antibacteriano.
Limpia cualquier superficie de la silla de ruedas que tú u otras personas toquéis a menudo.

Distanciamiento social

También debemos hablar del distanciamiento social. Debido a que los usuarios de sillas de ruedas se suelen sentar más abajo que la mayoría de las personas que están de pie, están más expuestos a las gotas de saliva cuando hablan con personas más altas que ellas. Muchos profesionales sanitarios han recomendado guardar una distancia mínima de 2 metros con los demás para reducir este riesgo.

También puedes usar algún tipo de mascarilla para protegerte cuando las otras personas te hablan. Las mascarillas tienen una gran demanda en estos momentos y no es fácil conseguir una. Yo tengo una mascarilla que me pongo para esquiar en los días muy fríos y me protege de cualquier expulsión involuntaria de saliva cuando alguien habla, estornuda o tose. Cualquier virus podría atravesar la mascarilla ya que no tiene clasificación N95. Sin embargo, prefiero llevar una mascarilla de esquí a no llevar ninguna protección. Una mascarilla facial también evitaría que me tocara la boca y la nariz, evitando aún más la infección. Es importante limitar el contacto de las manos con la cara todo lo que se pueda. Yo, por ejemplo, tengo una taza con palitos en mi escritorio que utilizo para rascarme la cara cuando me pica.

Los usuarios de sillas de ruedas se sientan más abajo y son más vulnerables ante las partículas de saliva infectadas y los aerosoles.

Resumiendo:

  1. Lávate las manos a menudo y límpialas con toallitas antibacterianas justo antes y después de comer.

  2. Limpia tu silla de ruedas (sobretodo las llantas de empuje, las cubiertas y el joystick) o tu TA con un paño desinfectado o una toallita antibacteriana.
  3. Guarda una distancia mínima de 2 metros con los demás en las interacciones sociales y procura usar una mascarilla facial, médica o de otro tipo.

Tenemos una responsabilidad hacia nosotros y hacia los demás que se basa en actuar de acuerdo con las indicaciones de las autoridades sanitarias para prevenir la propagación de la enfermedad. Siguiendo estas otras sugerencias como usuarios de sillas de ruedas, entre todos podemos aportar nuestro granito de arena para limitar la propagación del virus y fomentar unos entornos más saludables para nosotros y para aquellos con quienes tenemos contacto. Espero que estos consejos te resulten útiles y te ofrezcan una mayor comodidad ya que te han permitido conocer las precauciones que pueden tomar los usuarios de sillas de ruedas y de la TA. Estamos ante una prueba de fuego. Estas precauciones significan que necesitarás mucho más tiempo para llevar a cabo una higiene adecuada si te comparas con los demás. Si estás vivo y propulsas una silla de ruedas manual de forma independiente, ya te has demostrado a ti mismo que tienes la perseverancia que necesitas para seguir viviendo. No te rindas ante un virus. Solo porque uses silla de ruedas y exista un nuevo virus, no debes vivir con miedo. Sé valiente y sigue adelante con tu vida.

Peter Axelson MSME, ATP, RET
Usuario de silla de ruedas manual y fundador de Beneficial Designs

 

FUENTE: SUNRISE MEDICAL

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