La pérdida de memoria es una de las mayores causas de discapacidad a nivel global

La mayoría de las personas comienzan a preocuparse por su memoria con el paso de los años, cuando aparecen las primeras dificultades para la rememoración de pequeñas acciones del día a día como ir a la compra o acudir a citas con el médico o con amigos y familiares. Y es que, los fallos en la memoria son, sin duda, uno de los principales síntomas de envejecimiento.

El problema es que, en una sociedad como la nuestra, la fragilidad y los problemas asociados con el envejecimiento se convierten en un problema de salud pública. Según datos de la OMS, el Alzheimer es una de las principales causas de discapacidad por pérdida de memoria. Se estima que, actualmente, 300.000 españoles y españolas, alrededor de 6 millones de europeos y casi 30 millones de personas en todo el planeta sufren esta enfermedad.

Además de la edad, otros desórdenes y dolencias que pueden afectar directamente al cerebro causando graves dificultades mnemotécnicas y discapacidad asociada son:

  • Epilepsia.
  • Alcoholismo.
  • Encefalitis.
  • Depresión (estos pacientes pueden sufrir un tipo de pérdida de memoria, denominada pseudo-demencia o deterioro cognitivo leve, muy similar al que ocurre con la demencia).
  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Enfermedades neurodegenerativas.
  • Discapacidad intelectual (por ejemplo, la discapacidad intelectual en el Síndrome de Down se asocia con una reducción de la capacidad de la memoria operativa-verbal, lo que puede repercutir directamente en la comprensión y la expresión verbal).

Las consecuencias de la pérdida de memoria pueden ser muy negativas. Por supuesto, éstas tienen mayor o menor gravedad dependiendo de los efectos que producen en la persona.

Al principio, la mayoría de personas sienten inseguridad. Pero, conforme pasa el tiempo, la alteración puede ser altamente incapacitante. El motivo es que el paciente amnésico vive en una “incertidumbre constante“, completamente desinformado, y muchas veces es incapaz de saber a dónde va, por qué ha entrado en un lugar o por qué ha ido a la consulta del médico.

En las fases avanzadas del Alzheimer o de la demencia, la persona puede llegar a olvidar realizar actividades domésticas o relacionadas con su aseo personal, volviéndose completamente dependiente a nivel físico, e incluso no recordar sus vínculos personales y/o emocionales.

Juegos y trucos prácticos para mejorar la memoria

Al igual que ocurre con el cuerpo, para mantener la mente ágil hay que ejercitarla, obligarla a trabajar y entrenarla diariamente. De hecho, para mantener un buen estado de salud debes equilibrar, en lo posible, el ejercicio del cuerpo y de la mente.

Algunas de las pautas para mantener tu memoria en forma son:

  • Usa tu cerebro. Las personas que desafían su mente tienen un mayor bienestar. Leer un libro, visitar museos, tocar un instrumento musical, aprender un idioma o viajar son algunas actividades básicas y útiles para ejercitar la mente.
  • Haz ejercicio de manera habitual. Actividades físicas que aumentan el ritmo cardiaco como andar o ir en bicicleta te ayudarán a mantenerte alerta y aumentarán el flujo sanguíneo y la oxigenación, mejorando los vínculos entre las células cerebrales.
  • Mantén tus relaciones sociales. Las personas que mantienen su vida social y que realizan actividades en grupo suelen ser más activas, ya que en su día a día se encuentran con retos que les ayudan a ejercitar su mente.
  • Descansa. Dormir lo suficiente ayuda al cerebro en cualquier proceso de aprendizaje. Piénsalo: si ya empiezas una actividad cansado, concentrarse es muy complicado. Así que, aunque parezca obvio, descansar es clave para entrenar tu memoria.
  • Cuida tu alimentación. Llevar una dieta saludable mejora tu capacidad intelectual. Además, problemas crónicos como la obesidad, el colesterol o la hipertensión se asocian con un mayor riesgo de demencia porque afectan a las neuronas, aumentando el riesgo de sufrir demencia.

Retos para tu mente

Además de estos consejos generales, algunas actividades pueden ayudarte a mantener la memoria, entre ellas practicar la escritura con la mano no dominante, llevar un diario, aprender a meditar, tomar clases de baile o iniciarte en la jardinería.

También puedes entrenar tu memoria practicando estos juegos clásicos:

Memory

Este popular juego de “parejas” es una excelente opción para ejercitar y desarrollar la memoria si se practica con regularidad. Recuerda que el objetivo es encontrar el mayor número de parejas posible.

Sudoku

Otro juego clásico que te ayudará a ejercitar la mente, mejorar la memoria y controlar tu concentración. El sudoku es uno de los juegos numéricos más antiguos en el mundo. Su objetivo es llenar las nueve filas y columnas de una cuadrícula con la serie de números del 1 al 9, sin que se repitan en la misma fila, columna o subcuadrícula. El juego es tan divertido como complicado, y por su popularidad puedes encontrar versiones con diferentes niveles de dificultad en papel, en plataformas digitales e incluso en tu Smartphone.

N-Back

El N-Back es una actividad interactiva que consiste, básicamente, en realizar pequeñas tareas de memoria a corto plazo, de manera simultánea, para entrenar la memoria de trabajo, la concentración y la fluidez mental. La versión básica del juego tiene como objetivo el recordar las posiciones de una figura que aparece en la pantalla y que se mueve de forma cíclica.

Puzzles

Hacer puzzles es una afición compartida por miles de personas en todo el mundo y tiene indiscutibles beneficios para ejercitar la memoria. Cuantas más piezas tenga un puzzle, más trabajará el cerebro para encontrar las relaciones entre las imágenes y para recordar los fragmentos vistos. Los rompecabezas y puzzles también ayudan a relajarse y a trabajar la paciencia, y son una buena forma para aliviar los nervios y el estrés.

Esperamos que con estos consejos aprendas a entrenar tu mente y que, gracias a ellos, puedas mejorar tu memoria.

FUENTE: SUNRISE MEDICAL

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